La participación del paciente en la decisión sobre el tratamiento en la Artritis Reumatoide evoluciona con el tiempo

Cuando un paciente recibe el diagnóstico de Artritis Reumatoide puede dejar que su médico decida el tratamiento. Sin embargo, con el tiempo los pacientes pueden evolucionar y ejercer mayor colaboración en la toma de decisiones en relación al tratamiento más adecuado para cada uno, según los resultados de un estudio recién publicado.

La atención en el sistema de salud está cambiando y nos encontramos con una mayor participación de los pacientes en la decisión sobre cuál es el tratamiento más adecuado para cada persona. Se ha demostrado que la participación del paciente en la decisión de la selección de un fármaco u otro se ha relacionado con un aumento de la adherencia o mejor cumplimiento del tratamiento y una mayor satisfacción del paciente.

Estudios anteriores han valorado la participación del paciente en la toma de decisiones desde diferentes puntos de vista pero hasta ahora, ninguno había considerado como evoluciona esta participación a lo largo de los años de convivencia con Artritis Reumatoide.

Según los resultados de este estudio, inmediatamente después del diagnóstico, son los médicos los que básicamente deciden el tipo de tratamiento. Sin embargo, con el paso de los años, los pacientes adquieren una mayor participación en la toma de decisiones ante un cambio de tratamiento. Esta evolución en la participación se debe a la relación de confianza que se ha construido entre el médico y el paciente, así como a la adquisición de educación o formación sobre la Artritis Reumatoide.

Cada paciente puede mostrar un grado diferente de autonomía y decisión. El médico y el paciente deben tener conversaciones en las que el paciente determine su nivel deseado de participación en la decisión sobre el tratamiento de la Artritis Reumatoide.

Incluir la perspectiva del paciente a la hora de tomar una decisión en relación al tratamiento es un medio para asegurar un mayor y mejor cumplimiento del tratamiento prescrito.

La relación médico-paciente es vital para comprender las necesidades del paciente y así mejorar las estrategias de tratamiento. Un diálogo abierto con una escucha proactiva, con iniciativa, puede llevar a un mayor cumplimiento de la medicación.