Algunas veces, sin saber el motivo, sentís de pronto una alegría o un pesar. Hay varias explicaciones posibles a
este respecto, pero os daré una en la que seguramente nunca habéis
pensado. Sin duda, os ha sucedido encontrar en la calle a un o a una
transeúnte, cuyo rostro ha atraído vuestra mirada y a quién habéis
enviado espontáneamente un pensamiento, un rayo de amor… Esta persona no
se ha dado cuenta, incluso, de que la habéis mirado, pero ha recibido
lo que le habéis dado de bueno a través de vuestros ojos y ha sentido
los efectos.
Cuando sentís de pronto una alegría, se debe quizá a que una entidad
del mundo invisible, al pasar, os ha mirado proyectando su amor sobre
vosotros, y vuestro corazón ha sido alcanzado. Por todas partes en donde
estemos, nos encontramos en medio de una multitud de seres visibles e
invisibles, y recibimos tanto buenas cosas como malas, lo que explica
muchos de nuestros diferentes estados. El sol, que nos mira todos los
días, nos envía también ondas vivificantes. Y como es una imagen de
Dios, nuestro sol espiritual, debemos ser conscientes de que a través
del sol, es Dios quién nos mira. Amar a Dios es presentarse todos los
días ante Él para recibir su mirada.
Omraam Mikhaël Aïvanhov
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si consideras que te ha gustado o simplemente no te gusta lo que esta aquí escrito házmelo saber, me ayudara a superarme.