Cuando
el infortunio llega a nuestra puerta ¿por qué sentir pánico, estrés o
preocupación cuando podríamos escoger emocionarnos por la oportunidad
que se nos otorga?
El infortunio no es algo malo si nos motiva a
cambiar. Cualquier dolor, cualquier carencia o negatividad es una señal
roja intermitente de que algo está mal. Al encontrar lo que está mal (no
sólo en el exterior, sino en el interior) podemos corregirlo y recibir
abundancia de bien.
Podemos tomar nuestros desastres y transformarlos en algo bueno, pero en realidad depende de nosotros.
Hay!!! mi duendecillo querido, como me gustaría saber que es lo que mal funciona en mi, dentro y fuera, pero no lo consigo saber, aún ando torpe.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cam.....