sábado, 13 de abril de 2013

Remedios naturales contra la leucemia


naturaleza
La leucemia se describe como la excesiva producción de glóbulos blancos o leucocitos, que son las células que componen el tejido sanguíneo y que intervienen en la defensa del organismo contra sustancias extrañas o agentes infecciosos (antígenos). Las células blancas se originan en la médula ósea y en el tejido linfático.
La sobreproducción de leucocitos son infiltrados en el bazo y el hígado, los cuales son dañados por este exceso. El sistema linfático y nervioso también se ven severamente afectados por esta desarmónica y exagerada producción de defensas del cuerpo.
Causas de la Leucemia:
• Fallas y desequilibrios en la médula ósea.
• Dietas deficientes y descuidadas, con alto contenido de sustancias nocivas como procesados, encurtidos, embutidos, carnes, productos con conservantes, carbohidratos refinados como harinas, dulces, sodas, pasteles, etc.
• Deficiencias de vitaminas y minerales como el hierro, ácido fólico, vitamina D, vitamina C, etc.
• El uso indiscriminado de rayos X, medicamentos o drogas, especialmente en niños y mujeres embarazadas.
• Excesiva fluorización del agua o la sal.
• Un deficiente funcionamiento de la tiroides
• Infecciones virales crónicas. • Propensión hereditaria (lo cual no significa que la enfermedad no pueda ser tratada e incluso curada).
• El estado defensivo constante, el sentimiento frecuente de ser agredido y la falta de verdadera alegría y entusiasmo son estados anímicos que propician la leucemia.
Síntomas de la Leucemia:
• Cansancio extremo.
• Anemia, delgadez y pérdida de peso.
• Dolor de huesos. • Rostro pálido.
• Moretones (vasos capilares rotos) que se forman con gran facilidad ante contusiones o lesiones mínimas.
• Infecciones frecuentes sobre todo en los niños.
• Mal funcionamiento del bazo y el hígado, síntomas similares a la anemia perniciosa.
• Incremento en el conteo de células blancas (leucocitos) en la sangre, con una disminución o ausencia de la producción de células rojas (eritrocitos)
Tratamiento natural para la leucemia
No es nada nuevo saber que el cuerpo posee una habilidad extraordinaria para curarse y auto-repararse por si solo. Aprender a curase es aprender a confiar y desarrollar esta capacidad sanadora que tenemos, pero que nadie nos enseñó.
La auto-curación o el tratamiento natural para la leucemia está íntimamente relacionada con tres factores fundamentales:
La Dieta
Se recomienda seguir una rutina alimenticia de mucha calidad. Se deben suprimir alimentos tóxicos y nocivos como las harinas blancas o refinadas, azucares blancos y derivados, así como los embutidos, fritos, salmueras, vinagres, procesados, fritos, carnes rojas, etc. En la dieta deberán incluirse vegetales frescos, así como frutas y semillas.
En el caso de los adultos, se recomienda someterse a una dieta previa depurativa, comiendo durante tres días consecutivos una sola fruta como uvas, papaya, naranjas, etc. y dos litros de agua pura. Después, iniciar con dieta propuesta, incluyendo poco a poco los alimentos a la dieta.
La soja y sus derivados son una opción estupenda para las personas con leucemia, las cuales deberán optar también por tomar caldos de verduras, jugos frescos y variados con distintos vegetales al día, así como el consumo de alimentos ríos en vitamina C como las naranjas, el limón, la cebolla, etc.
Los alimentos que no pueden faltar en la dieta son: el ajo, la cebolla, los cítricos, arroz integral, bayas, semillas, tomate, brécol, apio, soja, tofu, germinados, alfalfa, amaranto, lentejas, leches vegetales (en sustitución de la leche de vaca), infusiones como el té verde (sustituyendo todas las bebidas azucaradas y procesadas).
Algunos suplementos: la clorofila (excelente reconstructor celular ), el ginseng, la levadura de cerveza, el germen de trigo, las melazas de cereales, la equinácea, el polen y el alga espirulina son alimentos de gran ayuda para una recuperación profunda. El jugo de Aloe vera (sábila) es un reconstituyente y regenerador celular potente. La linaza tambien debes inclurila en tu dieta con fercuencia.
La clorofila puedes tomarla en forma liquida o en tabletas, una cucharada al dia disuelta en jugo o agua. El te verde puedes beberlo 2 o 3 veces al día pero esperando 15 minutos después de haber comido.
Las emociones
El cuerpo responde a nuestros estados anímicos. Todo lo que sentimos se refleja en nuestro cuerpo. La tensión, la ira incontrolada, la tristeza, etc., generan ciertas reacciones biológicas en nuestro interior, que se van reflejando, con el tiempo, en nuestros estados de salud.
La excesiva tensión, los sentimientos prolongados de defensa o rechazo, van deteriorando y degenerando órganos y tejidos, alterando el sistema nervioso y el buen funcionamiento del sistema inmune. Es importante que, en caso de leucemia, se atienda este aspecto tan importante. La leucemia está asociada a una perspectiva de agresión, autodefensa, rechazo y poca confianza y disfrute de la realidad.
Algunas alternativas para desahogar sentimientos guardados son el ejercicio o la práctica del yoga. Y para comprender mejor lo que sentimos, es importante observarnos a menudo y buscar lecturas o conferencias que nos estimulen la autoreflexión y nos cuestiones realmente lo que amamos y queremos seguir en la vida.
Hábitos de vida
Durante la recuperación, debes evitar estar cerca de pesticidas, insecticidas, lugares muy contaminados, así como la exposición a los rayos X y las radiaciones de toda clase.
Trata de realizar un poco de ejercicio aunque no te sientas muy animado. El ejercicio envía mensajes de energía y vigor a todos los órganos, tejidos y sistemas del organismo, provoca una mejor circulación y absorción de nutrientes, y una eficiente oxigenación. Trata de correr un rato, de realizar una actividad que disfrutes realmente como bailar, nadar, etc.
Trata de enfocar tu mente en cosas agradables y nutritivas, lee libros que estimulen tu reflexión y te nutran de nuevos conocimientos y formas de entender, sentir y solucionar la vida. Te recomiendo el libro Tu puedes sanar tu vida de Louise L. hay, o La naturaleza tiene el remedio, del Dr. Bernard Jensen.
Niños con leucemia: en el caso de los niños, además de seguir de forma estricta todo lo anterior, se recomienda entablar diálogos donde ellos puedan expresar su forma de sentir. Si los padres no se sienten aptos para entablar diálogos que ayuden a desahoga a los niños o jóvenes, pueden recurrir a ayuda. Hay profesionales que pueden ayudar a que los niños puedan desbloquear lo que no les permite sentirse a gusto o lo que temen o les duele.
Paseos en la naturaleza: establecer un contacto con la naturaleza mediante paseos, respirar el aire limpio y disfrutar de momentos lejos de las prisas y el ruido y agitación de las grandes ciudades, ayuda a el alma a retomar armonía y limpiarse de estrés, resentimientos, desesperación y miedos. Los paseos en paisajes naturales son especialmente nutritivos para los niños.
Terapias alternativas para la leucemia
La bioenergía, la reflexología, la terapia hipertérmica (sauna) son realmente muy efectivas para la leucemia.
REMEDIOS HOMEOPÁTICOS PARA LA LEUCEMIA, SEGÚN SÍNTOMAS..
ARSENICUM ALBUM: Leucemia aguda con fiebre intensa, hemorragias (epista­xis, hematemesis, melenas, hematurias, metrorragias etc.), anemia, gran postración; cara pálida, enfermiza, caquéctica; petequias; ulceraciones en la boca con dolores ardientes, aliento fétido o pútrido y encías hinchadas y sangrantes; adenopatías y esplenomegalia; en un paciente con intensa inquietud o agitación (que lo obliga a cambiar constantemente de posición y de lugar), con muy marcada ansiedad que a veces lo saca de la cama, y con un terrible miedo a morir, con desesperación de curar y un gran deseo de compañía. Hay dolores ardientes que mejoran por el calor local, sed de pequeños y frecuentes sorbitos y agravación general después de medianoche, de 1 a 3 horas.
BRYONIA: Leucemia aguda con fiebre intensa con sed ardiente, extrema, de grandes cantidades por vez a menudo o a grandes intervalos; con hemorragias (epistaxis, hematemesis, melenas, etc.), anemia, equimosis, petequias, púrpura; con gran debilidad; cara pálida, aliento fétido; adenopatías y bazo hinchado, diplopía y artritis con dolores que se agravan por el menor movimiento.
CARBO VEGETABILIS: Leucemia aguda con fiebre, generalmente con gran debilidad que puede llegar a un estado de colapso, a menudo como consecuencia de hemorragias, con sudores fríos, aliento frío y toda la superficie del cuerpo helada, a pesar de lo cual pide ser apantallado; con epistaxis peor de noche (oscuras), hematemesis, melenas, hematurias, metrorragias, etc.; con equimosis y púrpura; con anemia por las hemorragias; con adenopatías y esplenomegalia; cara pálida, encías hinchadas y que sangran fácilmente, aliento fétido, úlceras y, a veces, artralgias. Hay un torpor y lentitud mental característicos, con ansiedad e inquietud.
CROTALUS HORRIDUS: Leucemia aguda con fiebre intensa y con un marcado predominio de las hemorragias, de sangre oscura o negra y líquida, que prác­ticamente no coagula y que sale de cualquier orificio del cuerpo o aun en el sudor, debajo de las uñas o en la piel (equimosis, petequias, púrpura hemorrágica); con anemia y postración súbita y profunda y gran debilidad temblorosa; con cara pálida, enfermiza; con adenopatías, ulceraciones bucales, encías sangrantes e hinchadas y aliento pútrido; diplopía; indiferencia.
LACHESIS: Leucemia aguda con fiebre intensa, con hemorragias de todos los orificios del cuerpo por gran disminución de la coagulabilidad, y de sangre oscura o negra y líquida (epistaxis, hematemesis, melenas, hematurias, metrorragias, etc.); equimosis, petequias, púrpura hemorrágico, con anemia, palidez, úlceras en la boca, aliento pútrido, encías sangrantes; adenopatías y esplenomegalia y artralgias. El paciente se agrava por el sueño y está peor al despertar, pudiendo haber ansiedad, gran locuacidad, celos muy marcados e inquietud; oleadas de calor con sudores y gran sensibilidad al menor contado, especialmente en el cuello.
MERCURIUS: Leucemia aguda con fiebre seguida de sudores profusos que du­ran toda la noche y no lo mejoran o incluso lo empeoran; con hemorragias (epistaxis durmiendo, hematemesis, melena, hematurias, metrorragias, etc.), ane­mia, palidez; encías sangrantes, lengua fláccida con impresiones dentarias, aliento muy fétido e intensa sialorrea, con ulceraciones dolorosas en la boca; adenopatías calientes; con diplopía, artritis y debilidad, especialmente por los sudores; con inquietud que lo hace dar muchas vueltas en la cama.
PHOSPHORUS: Leucemia aguda con fiebre intensa acompañada de gran debi­lidad (que lo hace hundirse en la cama) y sed ardiente de grandes cantidades por vez, que vomita apenas el agua se calienta en el estómago; con hemo­rragias de cualquier orificio del cuerpo por coagulabilidad muy disminuida, de sangre de color rojo-vivo (epistaxis persistentes con sudores, hematemesis roja o negra, melenas, hematurias, metrorragias, etc.) ; equimosis, petequias y púrpura; anemia, adenopatías, esplenomegalia, palidez; encías san­grantes, ulceraciones bucales y aliento fétido; con apatía e indiferencia por todo, o bien gran ansiedad con miedo a morir (y otros miedos: a enfermedades, oscuridad, etc.) y un gran deseo de compañía.
PULSATILLA: Leucemia aguda con muchos escalofríos y fiebre intensa con una absoluta ausencia de sed, con debilidad peor al despertar; con hemorragias (epistaxis, hematemesis, melenas, hematurias, metrorragias paroxísticas, etc.), con anemia, equimosis, palidez, aliento fétido peor de mañana, adenopatías y artritis. El paciente está muy sensible, llora muy fácilmente y mejora por el consuelo y el afecto, tiene muchos cambios en su modo de ser, está ansioso e inquieto y mejora caminando despacio, especialmente al aire libre; el calor lo agrava.
RHUS TOX: Leucemia aguda con fiebre alta y sensación de que lo salpican con agua caliente; con hemorragias (epistaxis, hematemesis, hematurias, melenas, metrorragias, etc.), debilidad, anemia; equimosis, petequias, púrpura; con adenopatías, palidez, aliento fétido, diplopia, y artritis con dolores que empeoran al comenzar a moverse y van mejorando a medida que el movimiento prosigue; con gran inquietud y ansiedad que lo hace dar muchas vueltas en la cama o lo saca de ella; a menudo hay un triángulo rojo en la punta de la lengua.
SULPHUR: Leucemia aguda con fiebre y debilidad, con calor en la cabeza y pies fríos, con sed y sin apetito, o con calor ardiente en los pies y los destapa; con hemorragias (epistaxis de mañana o al sonarse, hematemesis, melenas, hematurias, metrorragias. etc.), anemia, equimosis, púrpura; palidez, úlceras en la lengua, aliento félido, encías sangrantes; adenopatías y esplenomegalia; diplopia, artritis. Con ansiedad e inquietud, especialmente nocturna, que lo hace dar vueltas en la cama. Especialmente indicado cuando el remedio bien elegido no actúa, en casos oligosintomáticos, en las recaídas y cuando la convalecencia es prolongada o no llega.

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