miércoles, 13 de marzo de 2013

Abrir las puertas de la sanación


puerta abriendose
Nos acercamos a un Shabat muy importante, el Shabat de Los 72 Nombres de Dios. La cantidad de escritos de los kabbalistas que ofrecen revelaciones emocionantes sobre esta porción es abrumadora. Hay mucho sobre lo cual podríamos hablar, pero existe una enseñanza en particular que me gustaría compartir; una enseñanza sobre la cual no se habla generalmente, y por ende, es importante para nosotros entenderla para poder recibir la tremenda Luz y las bendiciones a las cuales podemos acceder esta semana. Necesitamos profundizar nuestra conciencia sobre una muy grande Luz secreta que está disponible en este Shabat para todos nosotros, la Luz de la sanación.
En la historia literal sabemos que los israelitas habían dejado Egipto, y los egipcios los perseguían intentando matarlos. Llegaron al Mar Rojo, el Yam Suf, y básicamente estaban arrinconados sin tener un lugar al cual ir. El Zóhar revela que Moshé utilizó el poder de Los 72 Nombres de Dios para realizar el gran milagro de abrir el Mar Rojo. Lo que debemos reconocer, sin embrago, es que lo que Moshé hizo en aquel entonces no fue sólo para esa época, sino para todas las épocas, abrir las puertas para que nosotros nos conectemos y atraigamos la Luz y el poder de los milagros en nuestra vida. Un milagro de este tipo es el de la sanación.
Hay un versículo muy interesante en la porción de esta semana. El Creador dice: kol hamajalá asher samti bemitsrayim lo asim aleja, lo que significa: “Todas las enfermedades que existieron en Egipto, todas las enfermedades de este mundo, no las colocaré sobre ti”. Ki ani Hashem rofeja, “porque yo, el creador, soy tu sanador”.
Ambos versos son aparentemente paradójicos. La primera parte dice: “nunca estarás enfermo”. La segunda parte dice: “Yo te curaré”. Así que ¿cómo entendemos el secreto de este versículo? Si el creador necesita ser nuestro sanador, eso quiere decir que existe algo malo. Sin embargo, si nada estará mal, como Él promete al principio del versículo, ¿Por qué el final del versículo dice: “yo seré tu sanador”?
La realidad es que, en relación a una enfermedad, la raíz del padecimiento yace dentro de nosotros incluso antes que comienza a crecer. Si pudiéramos frenarla en la primera semilla, antes de que se manifieste, entonces sería fácil sanar. Pero desafortunadamente, en este punto la semilla está escondida. Y esa es la paradoja. Cuando resulta más fácil sanar, es desconocida. Cuando es más difícil, entonces se vuelve visible. Pero los kabbalistas explican que existe una forma de sanar en este punto desconocido a nivel de la semilla, y es uno de los regalos emocionantes disponibles en este Shabat.
Una persona puede pedir a la Luz del Creador, específicamente durante este Shabat, venir y sanar dentro de él o ella la enfermedad que ni siquiera existe todavía o está en las etapas tempranas de desarrollo, jas veshalom. Podemos pedir a la Luz del Creador venir dentro de la jalá que comemos y el agua que bebemos en este Shabat, para sanar lo que existe únicamente en el ADN o en estado potencial. Podemos pedir que con el agua y el pan de este Shabat, esas enfermedades potenciales sean removidas, que el pan y el agua nos sanen de las cosas que no han sido reveladas aún.
Ese es el secreto del versículo. No manifestarás la enfermedad. ¿Por qué? Porque pedirás y recibirás, específicamente en este Shabat, la sanación para eliminarla a nivel de semilla. Pides al Creador que te sane de todas las enfermedades potenciales al nivel de sus semillas, antes de que se manifiesten.
Los kabbalistas nos enseñan que, debido a la tremenda Luz que se revela en este Shabat, ocurre también un segundo aspecto de sanación. No es específicamente porque el Creador quiera sanarnos en este Shabat, más bien es porque durante este Shabat, la Luz Celestial es revelada en su totalidad. La Luz brilla hacia todos lados. Está tan plenamente revelada que cuando conectamos con ella, todo es sanación, y hay vida total y competa. Los Mundos Superiores tienen un enorme deseo de satisfacer toda carencia, toda necesidad, todo deseo, y por consiguiente, la totalidad de la Luz del Creador puede entrar para sanar todas las áreas de nuestras vidas.
Cuando existe una de las más grandes aperturas para milagros a través del año, como existe en este Shabat, no sólo se abren las puertas de la sanación para nosotros, sino que podemos también pedir que otras puertas que está bloqueadas (como el sustento, por ejemplo) sean abiertas ahora. Las puertas están completamente abiertas para los milagros, y podemos pedir que cualquier carencia o necesidad nuestra o de otros, ahora o en el futuro, sea satisfecha por el Creador.
De nuevo, este es un Shabat poderoso, con una interminable cantidad de lecciones y entendimiento. Pero más importante, debemos recordar que las puertas están plenamente abiertas. A través de la gran revelación de la Luz del Creador, podemos llevar sanación, y podemos traer sustento para cada necesidad. Tenemos que entender que la mayoría de nosotros no va a recibir toda la Luz que está disponible; debemos trabajar, despertar, y utilizar las herramientas que tenemos para maximizar las puertas que están abiertas para nosotros… Y al hacerlo, que todos consigamos el mérito en un grado cada vez mayor de recibir esa tremenda Luz.
Bendiciones y Luz,

1 comentario:

  1. Como siempre un articulo interesante y del cual seguimos aprendiendo cosas para seguir avanzando en el camino hacia nuestra verdad personal. Un saludo

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