Puntos de reflexión: Libre albedrío

La libertad, tal como se la define generalmente, es un derecho social que, con mucha frecuencia ha sido adquirido por los hombres a base de sangre y del que, en un momento dado, pueden verse privados por otros hombres.

Sin embargo, el libre albredío es un un don divino que la Inteligencia Cósmica ha otorgado al ser humano por derecho de nacimiento y cuya esencia por puede ser disminuido por otros.

Si  quiere convercerse de ello, propongo que medite en lo que queria llegar el Mahatma Gandhi cuando decía que el cuerpo del hombre podría ser apresado y sus miembros rotos, sin que ello afectara al alma y a su dignidad.

De cualquier forma la libertad, la mayor libertad que puede disfrutar el hombre es la que permite ejercer su legítimo derecho de aplicar, sin trabas mentales ni físicas, el libre albedrio que ha recibido de Dios.

Como es bien sabido, hay muchos seres humanos en el mundo que no conocen esta libertad, o que se hacen la ilusión de que la conocen.

Como estudiantes rosacruces,  a nosotros nos corresponde orar y actuar de manera individual para que la humanidad se libere de toda forma de tiranía y de fanatismo que hace nacer el odio entre los hombres.

Esto no puede alcanzarse mas que  aplicando positivamente el libre albedrío en todas aquellas elecciones relacionadas con nuestro propio bienestar, pero también, en aquellas otras que dependen precisamente aquellos que no tienen libertad para aplicar su libre albedrío, o que se hacen la ilusión de que lo están aplicando. 

Guardémonos de pensar que todos los que se ven privados de la legítima libertad, están así, debido unicamente a su karma o la misión que asumieron para compensar kármicamente el pasado.

Cuando se trata de la desgracia de la ignorancia humana, está implicada la humanidad entera y todos tenemos nuestra parte de responsabilidad.

La Era de Acuario apenas acaba de nacer. La Inteligencia Cósmica debe poder contar con nosotros para que ésta Era nueva se desarrolle en un escenario libre de esplendor que le corresponde.

En el momento actual, el Egregor de la humanidad necesita más que nunca de la espiritualidad, no se debe omitir ningún esfuerzo, absolutamente ninguno, para conseguir este objetivo. Por tanto, es nuestro deber y nuestra responsabilidad, responder a ésta responsabilidad, que sin lugar a dudas, es una urgencia Cósmica. Por ello, purifiquemos nuestro racionamiento, desarrollemos nuestra intuición y apliquemos positivamente nuestro libre albedrío para que el amor, la vida, y la luz sean realmente la expresión del ideal que concebimos de la Luz, de la Vida, y del Amor del Dios de nuestro corazón.

F.R.C