sábado, 4 de junio de 2011

Paz profunda




Todo esto está referido a nuestras propias responsabilidades cuando dejamos que la guerra emocional desgarre la paz del corazón. Sin embargo esta paz del corazón puede quedar igualmente rota por acontecimientos que no somos necesariamente responsables.
La vida de cada hombre, desde el nacimiento hasta la muerte, esta jalonada por penas más o menos grandes que perturban considerablemente su equilibrio interior.
La falta de afecto, las decepciones sentimentales, el dolor de la separación, la profunda pena causada por un ser amado, son otros tantos problemas emocionales que afectan a la paz del corazón.
En este caso, hay que buscar en la espiritualidad la ayuda que tanto necesitamos.
Por otra parte, y puesto que recibimos en la medida en que damos, tenemos el deber de irradiar pensamientos de amor, de compasión y de fortaleza, hacia todos aquellos que sufren, a fin de ayudarles a que lleven a buen término la alquimia emocional que les procurará la paz del corazón y que un dia les permitirá encontrar de nuevo la alegria de vivir.
Ahora quisiera hablar de la "paz del alma". Esta paz se corresponde con el estado de plenitud espiritual a la que puede acceder todo místico que ha escogido poner su vida al servicio d Dios y de la humanidad.
Se trata también de la paz interior que embarga a aquel que entra en contacto con la Armonía Cósmica. Es tanto la paz de la Rosa como la de la Cruz. no se puede experimentar la paz del alma sin haber alcanzado la del corazón y la del cuerpo.
Cuando Dios sea el centro de nuestra actividad consciente, cuando reconozcamos Su presencia en el corazón y en el cuerpo de todo lo que vive sobre la Tierra, cuando nuestra alma sea suficientemente pura para reflejar Su gloria, entonces, de verdad, recibiremos las bendiciones de la Paz Profunda, convirtiéndonos, a partir de ese momento, en agentes de la Divinidad, con la posibilidad de disponer del poder fisico, mental, emocional, y espiritual, necesarios para ayudar a todos aquellos que todavía estan en guerra contra sí mismos o que sufren la que otros les imponen.
¡Que así sea!
F.R.C

3 comentarios:

  1. Yo estoy en un período de mi vida en que estoy experimentando algo parecido. Creo que avanzar por ese camino de sosiego y quietud interior del ser es algo sublime que nos acerca a nuestra verdadera humanida y que nos enseña que debemos tomar a la vida de la mano, sin resistencia, sin prisa, con confianza y escuchando la voz interior de la intuición, que ha estado pacientemente esperando a que la escuchemos

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  2. Hola, me encantó tu blog, imágenes y escritos que ayudan mucho... sigue con tu misión de transformar corazones y alegrar la vida de los demás. El espíritu es lo que tiene que prevalecer =). Saludos desde Mèxico
    Nancy AG

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  3. Gracias por los ánimos recibidos, seguiré esforzándome.
    Un abrazo

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