Puntos de reflexión. Iniciación

El proceso de la meditación sigue el mismo sentido que el de la iniciación, puesto que en ella también hay una transición de un plano a otro de consciencia. es decir, el problema que sirve de base a la meditación debe morir en la consciencia objetiva para poder nacer al nivel del subconsciente.

Tambiém debo decir que, cuanto más tiempo dediquemos a meditar sobre temas relacionados sobre la espiritualidad, más iniciaremos al Ser intelectual en su verdadera razón de ser, al actuar de ésta manera los problemas materiales se resolverán con mayor facilidad, ya que de acuerdo con un antiguo axioma, aquel que pide a Dios que le sean revelados los misterios de su Ser espiritual, recibe como recompensa una ayuda Cósmica en el plano material. Con esto he intentado que se comprenda que no se debe olvidar que nuestro Maestro interno siempre se esforzará para aliviar el peso de la cruz cuando se da supremacía a la belleza de la rosa.

La misma relación que tiene la meditación con los ideales iniciáticos de la razón, tiene la oración con las emociones. Si los hombres de esta tierra amaran mas al Dios de su corazón y no odiaran tanto al de la comprensión de otros, la consciencia colectiva de la humanidad habría llegado a su mas alto grado de pruficación.

Pero la verdadera oración se ha  convertido en el privilegio de una minoría, y su ausencia, es cada vez más frecuente entre la mayoría.

Sin embargo, la oración es el camino real que aconsejaron seguir Moises, Buda, Jesús, Mahoma, y muchos otros. A pesar de ello, muchos utilizan la oración para, en su nombre, destrozarse entre ellos.

¿Por qué lo hacen? Porque ignoran en qué consiste la verdadera oración y hacia quien debe ser dirigida. Mientras los hombres recen a un Dios que se encuentre fuera de ellos, seguirán haciendo la guerra a los dioses opuestos.

Pero el día en que comprendan que deben orar a un Dios interior que es el mismo en el corazón de los judios, budistas, cristianos, musulmanes y también en el de los ateos, ese dia comulgarán juntos en un único templo: el de la Paz Universal.

F.R.C.