viernes, 20 de mayo de 2011

Paseando por la antesala del Amboto


Durante siglos, el monte Amboto albergó en su interior toneladas de mineral de hierro, plomo, y cobre. Lo hizo en silencio, sinque nadie se enterara de lo que, en realidad, escondian sus entrañas.
Pero, llegó el día en que el secreto se hizo público, y los hombres que vivían en el Duranguesado, una vez descubierto el filón, abrieron boquetes y minas para extraer los preciados minerales.
Para transportar éstos hasta los principales núcleos de población, construyeron vías, las dotaron de ferrocarriles que funcionaron sin tregua durante décadas.
En el año 1925, la última de las vías del Amboto, paradógicamente bautizada. "La Triunfante", agotó el mineral, muriendo toda actividad.
Años después de aquello, las vías férreas que habían contribuido a vaciar la montaña, se adaptaron a los nuevos tiempos, naciendo así una vía verde que cruzaba el valle de Arrazola, entre prados y elevaciones hermanas del Amboto.
El sendero resultó asequible y agradecido regalando en apenas cinco kilometros, un sinfín de estímulos a los sentidos.
Hoy día, las minas no tienen quien las explote pero el sendero permanece ahí, recibiendo ciclistas y caminantes.
P.D:" Cuando los Ferrocarriles se jubilan, las botas y las bicicletas toman el relevo. No hay mejor mirador que esta pasarela que surca parte del Duranguesado".

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