lunes, 23 de mayo de 2011

Necrópolis de Argiñeta



No es un tópico afirmar que los sepulcros y estelas apostadas junto a la ermita de San Adrián de Argiñeta siguen siendo un misterio con pocas esperanzas de ser resuelto.
Se trata de 23 sarcófagos labrados tóscamente en piedra, cada uno con su propia cubierta y dispuestos en forma de "U" como si se tratara de comunicar algo.
El más vetusto fué fechado en el año 883, lo que le conviene en el resto arqueológico mas antiguo del cristianismo en Bizkaia y prueba fehaciente de la presencia visigoda en la península.
Algunos tienen inscripciones, otros parecen susurrar historias, pero la mayoria permanecen mudos y herméticos a cualquier indagación.
Junto, a ellos, se erigen varias estelas, unas triangulares, otras discoideas, también asociadas a algún rito funerario perdido en el túnel del tiempo.
Una arboleda envuelve el conjunto, salvaguardando los secretos de la necrópolis y de un paraje mágico en el que religión y paganismo van de la mano.

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