jueves, 19 de mayo de 2011

Isla de Ízaro y paseos por la costa


Da la impresión de que se trataba de un trozo de costa desgajado, arrancado del litoral por la furia del mar. Se trata de la isla de Ízaro, una fracción de tierra de perfil enigmático y pasado mediático, en su dia;" hubo una productora cinematográfica que llevó su nombre", que parece flotar en aguas de la bahía de Matxitxako.
El islote se ha combertido en concurrido lugar de cita para diversas especies de aves marinas, como las gabiotas patiamarillas o las garcetas comunes.
Aunque hace tiempo que los humanos dejaron de habitar Ízaro, todavía puede verse las ruinas de un monasterio Franciscano. En la actualidad hay varias empresas que realizan paseos en barco por las inmediaciones de la isla y los alrededores de la desembocadura de la ria de Urdaibai.
Los recorridos, parten de las poblaciones aledañas como Bermeo o Mundaka y son la forma perfecta para fundirse con las procelosas aguas del Cantábrico y descubrir una perspectiva inédita para gentes de secano.
La presencia humana en el lugar también está historiada: los monjes Franciscanos, levantaron en el siglo XV, un monasterio que sería destruido trescientos años después.
Sus ruinas, al igual que la de la ermita de Santa Maria Magdalena, son las únicas e inquietantes huellas que quedan y pueden ser atisbadas gracias a los paseos en barco por aguas de la desembocadura de la ria de Urdaibai.

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