A vosotros a quienes quiero, A vosotros que me habeis querido

Permitidme que me vaya.
No os lamenteis cuando penseis en mi.
Ser agradecidos por los muchos años buenos:
Os he dado mi cariño.
No os podeis ni imaginar la felicidad que me habeis dado.
Gracias por el cariño que cada uno de vosotros me habeis mostrado.
Ha llegado el momento para mi de viajar sola.
Durante cierto tiempo sentiréis dolor.
La confianza os consolaré y os dará fuerzas.
Estaremos separados por un tiempo;
Permitir que vuestros recuerdos alivien vuestro dolor.
Yo no estoy lejos y la vida continua.
Si me necesitaís, llamarme y vendré
No podreís verme, ni tocarme, pero estaré ahí.
Y si escuchais a vuestro corazón, os dareis cuenta de ello por la dulzura del amor que os traeré. Y cuando llegue el tiempo de partir, estaré ahí para daros la bienvenida. Ausente en el cuerpo pero presente en Dios.
No vayais a mi tumba para llorar, yo no estoy allí, no duermo; Yo soy el viento que sopla, el murmullo de las olas rompiendo en la playa, la lluvia suave del otoño, la luz que brilla en los campos de trigo, el brillo de los copos de nieve, el despertar de los pájaros de la calma de la mañana, la estrella que centellea por la noche.
No vayais a mi tumba para llorar
Yo no estoy alli.
Yo no estoy muerta:
Yo no duermo...Estoy en otro lugar.
Paz profunda para tí.
De mi amiga Chelo