sábado, 26 de junio de 2010

Sabios Tabúes



Me pareció tan interesante lo que leí hace unos dias, que no he podido resistir a publicarlo: Nieta querida, hija de mi hija...Ahora que me preparo para dejar este mundo, y habiéndote querido tanto, quiero legarte una sabiduría a la cual llegan casi todas las mujeres y que por pudor, o por mezquindad, nos reservamos: La comida y el sexo son la misma cosa.
Tal vez pienses que lo que acabo de decir es un delirio, un devaneo de mis neuronas cansadas que se despiden, una exageración...Pero no, mi dulzura; es una verdad mas grande que un templo y es mi obligación decírtelo. Tu madre no te lo dirá, tal vez tus amigas te lo sugieran, lo mas seguro, es que si algún dia tienes una hija, lo descubra antes que tú y que; lo cierto es que el apetito carnal y el de alimentos, proviene del mismo oscuro y tibio rincón del alma.
Me jacto, a mis años, de poder deducir las virtudes ó ( carencias) de un hombre en las artes amatorias con solo verlo comer. esos ambrientos que devoran la comida sin siquiera detenerse a sentir lo que saborean, esos trogloditas que engullen en dos bocados amburguesas llenas de salsas peligrosas y contradictorias, esos pobres hombres que no recuerdan en la cena lo que almorzaron, carecen del mas elemental sentido de la estética a la hora de la horizontalidad.
Despachan a sus mujeres como reses del matadero, y generalmente, tardan mas en estornudar que en retozar. Huye de ellos, mi princesita, huye despavorida, que la tristeza de la carne es una de las mas despiadadas y mas difíciles de exorcisar.
En cambio aquellos que pueden describirte con entusiamo su plato favorito, o que atraviesan su ciudad en busca de un manjar que suelo encontar de esa travesia urbana, esos que se gastan el dinero en delantales, en especias misteriosas, esos que no tienen miedo de probar nuevos sabores, son generalmente, y pese a quien puedan tener un aire taciturno, génios de las sábanas, poetas de la voluptiosidad, fabricantes de mujeres felices y fieles gourmets de las emociones.
A las mujeres las conozco tambien viéndolas comer: Esas adictas a la dieta, que prefieren morir antes que meterse un chocolate en la boca, me resultan tan patéticas evidentes en su frialdad que me extraña, que los Sex-simbols actuales respondan a esas medidas de 90-60-90.
Las obesas, otras pobres criaturas, están tan hambrientas de cariño, se sienten tan solas y desesperadas, que tanto a la hora de la comida como del amor, se comvierten en depredadoras inescrupulosas. El punto medio, como en todo, es lo saludable; ni comer por aburrimiento o por soledad, ni dejar de comer por lo mismo.
Te recomiendo mi nieta amada, entre otras cosas, adentrarte en los secetos de la cocina y descubrir así muchas cosas sobre el amor; ser vegetariana durante al menos un año en tu juventud para que aprendas a amar a los vegetales y para que sepas que con o sin carne, la gente puede ser feliz;
Ser omnívora en la adultez, para que aprendas que en la variedad está el gusto, y volver a los vegetales en la vejez, para que cuando te vayas de este mundo, te sientas ligera y saludable. Comer despacio siempre, en la lentitud, tanto de la mesa, como de la cama, se encuentra la verdadera felicidad.
Descubrir nuevas formas de cocinar, es una nueva forma de amar, investiga, lee, experimenta, no tengas miedo. La comida y el sexo generan placeres y culpas equivalentes, deshazte de la últimas si nó dañas a nadie ( "nadie", te incluye a ti), si agredes a alguien, la culpa es un buen sentimiento que te guiará de regreso hacia tu salud.
Por último, mi amor, sé cuidadosa, la sensatez es muy buena consejera cuando va acompañada por la emoción: Jamás comas nada por obligación, siempre sé tu quien decida sobre tu cuerpo, cuídalo, protégelo, regálale experiencias hermosas y vitales, vincúlate con lo externo, a través de él y recuerda que tu abuela cocinera, que te amó tanto mientras vivió, te cuida desde el regazo del creador.

3 comentarios:

  1. Mi querido duendecillo, luego hablamos si tengo tiempo, meñana me voy a cuidar de mi cuñada durante un mes, me alegro mucho de ver que te han visitado las hadas.
    Sigue con el grupo, entusiasmo y adelante, tengo que llamar o mandar mensaje a Alex.
    No hay nada del Ruisañor? cuida de mi vieji...y de mi duendecillo.
    Y por último aplausos, fuertes y sinceros, una realidad de la que muy pocos se dan cuenta de estos detalles, hermoso escrito, tu también te superas, me gusta verte activo.
    Abrazotes y besines.

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  2. Gracias Ave, tenia miedo de romper un poco el orden de los escritos, pero como lo estoy viendo a diario el comportamiento de tantas personas...me he decidido a decir lo que pienso.
    Espero que no sea muy grave lo de tu cuñada, seguro que con tu presncia se aliviará.
    Besines

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  3. TO-TAL-MEN-TE- de acuerdo con el relato de la abu..una idola..estes donde estes Abu..te mando un abrazo de LUZ..ya nos encontraremos y tendre el placer de conocerte. NAMASTE♥

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