miércoles, 2 de junio de 2010

Reflexiones sobre un Místico moderno


En vez de que el discípulo aproveche los momentos difíciles para aplicar lo que ha aprendido, algunas veces se deja vencer por los problemas. El estudiante quiere ser actor y espectador al mismo tiempo, y acaba por dejarse arrastrar por la corriente cambiante de una existencia puramente humana, olvidándose de su búsqueda vital, embargado de angustia, se rinde a su ser objetivo y se convierte en esclavo del reino manifestado. Permite que la imaginación de su cerebro humano agrande todos los problemas que enfrenta hasta, que extenuado, sucumbe al desaliento. Durante todo ese tiempo, estaba en su poder haber silenciado su ser objetivo y haberse refugiado en el poder de su Ser interno, permitiendo que el Cósmico restableciera la armonía a través de las facultades despertadas gracias a su trabajo místico.
Nunca será de más repetir una y otra vez lo que debemos ser, mejor aún, lo que ya somos: místicos prácticos. En otras palabras, nos hemos decidido a aplicar nuestro conocimiento a la vida diaria, para poder dominar todos sus aspectos, por ejemplo, nuestro cuerpo es el vínculo que une al mundo externo con el reino invisible, y nuestro cerebro es el elemento mediante el cual asumen forma las impresiones y direcciones que recibe, de manera que puedan manifestarse en el plano creado, aunque este incesante intercambio entre el mundo interno y mundo externo ya existe dentro y a través de nosotros, por lo general no estamos conscientes de ello.
A causa de nuestros propios actos, constantemente nos oponemos a ese intercambio y de ahí resulta el sufrimiento por nuestros errores. En realidad, ¡El hombre es el creador de su propio infortunio!
Sin embargo, las dos naturalezas jamás están en conflicto. Cualquiera de las dos puede tomar el control, en base a sí seguimos la guia de nuestro Ser interno o la de nuestros instintos físicos. No puede haber puntos medios. El no iniciado, la manifestación de las dos naturalezas esenciales del hombre tiene lugar en todo momento. Algunas veces él expresa los ideales mas nobles, para sumergirse unos segundos después en los mas negros pensamientos. En consecuencia, facilmente se podrá observar esa misma dualidad en los actos de la persona.
(F.R.C.)

2 comentarios:

  1. Muy bien explicado, caemos nos levantamos, remontamos vuelo y volvemos a caer y asi sucesivamente mientras vamos aprediendo, que no es nada facil.
    Un abrazo para mi duendecillo.
    Ambar.

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  2. gracias "Ave", se agradece tus comentarios, a veces no es facil plasmar en un escrito lo que piensas, pero lo seguiré intentándolo.
    besines

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