Nuestro Santuario Interior

Cuando pasamos unos cuantos minutos a solas con nosotros mismos, podemos confrontar nuestras impresiones y nuestros móviles espirituales con la multitud de experiencias objetivas a las que nos hemos enfrentado a lo largo del dia. Durante esos cortos períodos de meditacion, siempre nos sorprenden notar la luz que se proyecta sobre los acontecimientos ocurridos unas cuantas horas antes. Podemos distinguir fácilmente entre la verdad y el error, y entonces nos es posible eliminar éste de nuestros pensamientos. Lo que mas necesitamos, y, de hecho, de lo que mas carece el mundo, es la oportunidad para pensar en forma impersonal. Tal carencia da como resultado una excesiva expresión del ser. lo que más nos falta hoy en dia es el silencio para comulgar solitariamente con nuestra naturaleza trina.
Aquellos que desafortunadamente no disponen de un lugar íntimo en su hogar, por mas humilde que sea, para dedicarse a meditar, tienen que buscar aislamiento de una manera diferente. Hay que recordar que la Naturaleza fué el primer templo del hombre, y aún hoy en dia no existe otro mejor. Un paseo por el bosque, aunque sea invierno, resulta muy inspirador. Puede decirse lo mismo de una extensa caminata a través de los campos en actitud meditativa, se puede llegar a un estado de relajamiento en la solitaria cumbre de una montaña con el cielo azul sobre nosotros, o en una bahía bañada por el sol y el mar.
Todos esos sitios pueden ser propicios para entrar en contacto con el Cósmico, y pueden ser tambien fuente de paz interna que hace tanto tiempo buscamos con afán.