domingo, 16 de agosto de 2009

Amigo del silencio


Caminante en el sendero, que en suplicante plegaria, los ojos elevas al cielo, entra en tu corazón y en el podrás comprender que eres tu propio templo.
Entra en tu corazón y en el podrás descubrir que tu mismo eres el crisol en el que en tu propio fuego lentamente se transmuta la oscuridad y el sufrimiento en la mas radiante armonia de ese éxtasis de amor al sentir en ti la unidad y la esencia de lo eterno.
Caminante en el sendero no busques fuera de ti lo que siempre ha estado dentro. Sumérgete en el silencio y ahí podrás comtemplar el Amor de ese Maestro que por incontables edades ha esperado tu regreso.

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